Después de las declaraciones vertidas por parte del Instituto Nacional de Migración (INM) de que "no existe evidencia de que el tren haya sido obstaculizado o bloqueado por ningún grupo en la localidad de Chahuites, antes del operativo efectuado por agentes migratorios", éstos se llevaron en calidad de testigos a 13 centroamericanos que escaparon de un secuestro el pasado 16 de diciembre.
El INM, en compañía de agentes federales, trasladaron a la Ciudad de México, en una camioneta institucional, a los migrantes que estuvieron resguardados en las instalaciones del albergue "Hermanos en el Camino", en Ciudad Ixtepec, después de que presuntos integrantes de "Los Zetas" exigieron el día domingo al albergue, la entrega de estos centroamericanos.
Ante la negación de los hechos por parte del INM, el padre Alejandro Solalinde, coordinador en el Sur de la Pastoral de la Movilidad Humana del Episcopado Mexicano, respondió a los señalamientos, argumentando que el temor radica en que el Estado Mexicano minimice o no reconozca los hechos.
"Hay una tendencia a cuidar la imagen, en detrimento de afrontar la solución de los problemas sociales, especialmente, tratándose de las personas migrantes. Nos referimos a una acción conjunta del Ejército, Agencia Estatal investigadora, INM, realizada este lunes", dijo.
Después de cuatro días, agregó, "no era muy seguro encontrar evidencias, pero eso no prueba que no haya habido secuestro. En todo caso, la conclusión no puede darse sino hasta el final de una investigación seria que apenas está empezando".
Consideró que el principal responsable de hechos lamentables que puedan suceder en los días por venir, respecto al equipo del albergue y de su servidor, corresponde al gobierno de los tres niveles.
"Agradecemos de verdad, las llamadas telefónicas y las acciones de autoridades federales y estatales de gobierno, para proteger nuestro albergue y nuestras personas. Sin embargo, les manifestamos al mismo tiempo, que esperamos ver en ellas actitudes sinceras y transparentes respecto a los crueles atropellos a los derechos humanos que vivimos en el Istmo", explicó.
Buscan a los secuestrados
De acuerdo a un comunicado, se informó que se operaron acciones conjuntas de diversas instituciones de gobierno estatal y federal, así como del Ejército y personal de INM en el área donde sucedieron las amenazas de "Los Zetas". Se buscó rescatar a migrantes centroamericanos retenidos en ese lugar desde el pasado 16 de diciembre de 2010, ya que hasta hoy se encuentran desaparecidos.
De acuerdo con los testigos, el lugar donde los resguardaron temporalmente era un sitio abandonado, a unos tres kilómetros de Chahuites. Desafortunadamente, por haber transcurrido cuatro días, no se pudo dar con el paradero de las personas secuestradas.
Para asegurar la integridad física y el anonimato de los testigos, amenazados en dos ocasiones, el INM los tomó bajo custodia; este 21 de diciembre, alrededor del mediodía, fueron trasladados a la Ciudad de México, en coordinación con la visitadora adjunta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
Mientras tanto, la Policía Estatal continúa con sus funciones, esto es, vigilar el área perimetral, así como el interior de la casa. Es necesario hacer hincapié con relación al grupo de mujeres migrantes centroamericanas desaparecidas.
Este 20 de diciembre, cinco migrantes fueron las únicas que llegaron al albergue y manifestaron haber sido desnudadas y tocadas en sus intimidades en busca de dinero. Eduardo, migrante guatemalteco, corroboró que de su grupo, siete son mujeres y que dos habían sido violadas.
Para protegerlas, las llevaron a un hotel de Ciudad Ixtepec. Por último, de acuerdo a los migrantes, son unas 34 personas las que habían sido secuestradas, de acuerdo con los testimonios recabados por la CNDH. Desde el 16 de diciembre ha estado documentando los testimonios de los migrantes que han logrado llegar al albergue.
Por último, el representante de la iglesia católica sostuvo "que no es soslayando los hechos como podemos nosotros transformar México, sino visibilizándolos y afrontándolos conjuntamente".
La demarcación geográfica del municipio de Chahuites, ubicado en la zona oriente del Istmo de Tehuantepec y colindante con el estado de Chiapas, fue calificada este año por la Pastoral de la Movilidad Humana del Episcopado Mexicano, como "zona de tragedia humanitaria", debido a que allí se perpetran asaltos, secuestros, violaciones y asesinatos a migrantes centroamericanos.
